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BDSM y chemsex
Traducido por Joel Aranibar, como parte de la colaboración entre Chemfriendly y ApoyoChemsexPerú.







Foto: Einar Hyndøy.
Chemfriendly Norway comparte algunos consejos prácticos para quienes combinan BDSM y chemsex, con el fin de que los participantes experimenten el menor riesgo posible y obtengan el mayor beneficio.

Muchas personas queer se sienten atraídas por el chemsex debido a que las distintas drogas ayudan a reducir la ansiedad y las inhibiciones, prolongan la resistencia, intensifican los placeres y disminuyen la percepción del dolor.

Para quienes disfrutan de la combinación de chemsex y BDSM, la motivación puede ser precisamente que las drogas permiten ampliar límites y tolerar más dolor. Además, pueden transformar experiencias que en sobriedad resultarían dolorosas o desagradables en vivencias placenteras.
La capacidad de la droga para intensificar las experiencias positivas también puede intensificar las emociones negativas.
Sin embargo, esas mismas cualidades implican riesgos. La capacidad de aguantar más dolor puede impedir reconocer las señales del cuerpo que indican cuándo parar. El uso consciente de drogas para reducir inhibiciones también aumenta la posibilidad de explorar sin suficiente criterio cosas para las que quizá no se esté preparado.

Asimismo, la intensificación de emociones positivas como placer y alegría puede amplificar emociones negativas, como miedo, ansiedad o pánico.

Por ello, Chemfriendly Norway ofrece estas recomendaciones prácticas para quienes combinan BDSM y chemsex.
Equilibrio

Las drogas y el alcohol pueden afectar al equilibrio, lo cual es especialmente importante en actividades de BDSM donde ya existe riesgo de caídas.

  • Normalmente, al caer hacia delante usamos las manos para protegernos. Si alguien tiene las manos atadas, pierde esa capacidad, lo cual resulta más

  • peligroso si además está intoxicado.

  • Las drogas también enlentecen los reflejos, dificultando reaccionar a tiempo.

  • Si la persona sumisa está intoxicada y el dominante exige posturas complicadas durante un tiempo prolongado, se incrementa el riesgo.

  • Ten precaución al empujar o arrastrar a la persona sumisa si está bajo los efectos de sustancias.

  • Evita superficies resbaladizas como duchas o bañeras.
"La zona más segura es el trasero"
Juego de impacto y coordinación

Bajo los efectos de drogas o alcohol, la coordinación disminuye: resulta más difícil calcular la fuerza, la distancia y controlar los movimientos.

  • Pregúntate: ¿sé con qué fuerza estoy golpeando?, ¿estoy golpeando zonas seguras?, ¿controlo bien el instrumento que uso?

  • Evita golpear en articulaciones (codos, rodillas), cara, estómago o genitales.

  • La zona más segura es el trasero.

  • Evita implementos largos como varas; opta por paletas pequeñas, cepillos o cañas cortas.

  • Lo más seguro: usar las manos, que son controlables y efectivas.

  • Escoge posturas seguras, como sobre las piernas o tumbado boca abajo.
Ataduras
El hecho de que algo se sienta bien al comienzo de una sesión no significa que continuará sintiéndose bien. La capacidad de las diferentes drogas para intensificar las emociones y experiencias positivas, como el placer y la alegría, también puede intensificar las emociones negativas, como el miedo, la ansiedad y el pánico.

  • Evita nudos complicados que sean difíciles de desatar si la persona sumisa se asusta o entra en pánico. Si la persona sumisa entra en pánico, esto también puede hacer que la persona dominante se estrese, lo que dificulta desatar los nudos

  • Una alternativa a los nudos complicados puede ser usar esposas o mosquetones. Ten cuidado de tener siempre control sobre dónde están las llaves y tenerlas fácilmente disponibles.

  • Ten siempre unas tijeras médicas disponibles para liberar a tu pareja.

Pérdida de sensaciones y capacidad de evaluar
Una de las ventajas de tomar ciertas drogas es que pueden hacer que sientas menos dolor de lo habitual. ¡Pero esto también puede hacer que ignores las señales naturales de tu cuerpo que indican que algo va mal!

  • No des por hecho que la persona sumisa podrá avisar si el golpe es demasiado fuerte.
  • Tomar depresores, como GHB/GBL, puede hacer que el usuario entre y salga de la consciencia. Esta somnolencia puede formar parte de lo que el usuario disfruta, pero también puede presentar desafíos evidentes a la hora de poder consentir.

  • Como dominante, debes por tanto usar el sentido común y hacer revisiones regulares. Eso significa preguntar a tu pareja cómo se encuentra. No hagas preguntas simples de “sí” o “no”, sino preguntas que obliguen a la persona sumisa a pensar antes de responder. Esta es una manera de evaluar la capacidad de la persona sumisa para realmente dar su consentimiento.

  • Acostúmbrate a hacer una revisión mental de tu propio cuerpo: “¿Todavía siento bien mis dedos?”, “¿Puedo doblar mis articulaciones/ me duele cuando lo hago?”, “¿Están los nudos demasiado apretados?”

  • Si eres la persona dominante y has atado las manos de tu sumisa, y además está intoxicada, haz que apriete tu dedo. Si no puede hacerlo, significa que los nudos están demasiado apretados, sin importar lo que diga.
Sobrecalentamiento y deshidratación

El consumo de drogas y la actividad física intensa provocan pérdida de líquidos. Hidrátate con agua o bebidas deportivas.

  • Usa pajitas para facilitar que la persona sumisa beba.

  • Incorpora el beber agua en el juego (castigos/recompensas).

  • Permite pausas para orinar.

  • Controla el sobrecalentamiento durante juegos intensos y da tiempo para descansar.
"Aclara cuáles son tus límites y utiliza una palabra de seguridad"
Inhibiciones

Algunos usuarios están motivados a tomar drogas durante el sexo porque el efecto de las drogas puede ayudarnos a dejar de lado inhibiciones que normalmente nos impiden explorar nuestra sexualidad. Al mismo tiempo, existe el riesgo de que nos dejemos llevar por la intensidad de los efectos de las drogas. Algunas drogas son conocidas por hacer que el usuario sea menos crítico y más propenso a asumir riesgos. Por lo tanto, es inteligente involucrar a todos los participantes antes de comenzar el juego, para discutir cuáles son tus límites y hasta dónde estás dispuesto a llegar.

Foto: Einar Hyndøy
Al usar palabras de seguridad evitas la confusión y la incertidumbre.
Reflexiona también sobre cómo manejarán todos los participantes la situación si se va más allá de lo planeado.

Negociar dónde están los límites y usar una palabra de seguridad son herramientas útiles que los participantes en chemsex pueden aprender de las comunidades BDSM. Los masoquistas sumisos pueden disfrutar al recibir dolor, y el llanto puede ser una forma de liberación emocional buscada. El “no” puede, por tanto, formar parte del juego sexual.

Una palabra de seguridad consiste en acordar, antes de comenzar a jugar, una palabra que todos los participantes reconozcan como la señal de “alto”. De esta manera se evitan confusiones. La palabra elegida puede ser totalmente ajena al ámbito sexual y romper completamente el ambiente erótico del momento.

Chemfriendly ha hablado con participantes de chemsex que han practicado sexo BDSM sin usar una palabra de seguridad. Y aunque esto puede salir bien, se nos ha dicho que la persona dominante puede salir de la situación con una sensación de duda que afecta a su salud mental. Sin mencionar que, como dominante, podrías acabar violando los límites de alguien porque no pudiste distinguir entre un “no” como parte del juego de roles y un “no” real.

  • Usa palabras seguras, a menos que la parte sumisa diga que “no significa no”.

  • Si no has hablado de esto de antemano, siempre respeta que “no” significa no.
Sentido del tiempo

Es importante saber cuándo tomaste las diferentes dosis de las distintas drogas para evitar una sobredosis. Esto es especialmente importante al usar GHB, conocido por ser difícil de dosificar correctamente y en el que la redosificación siempre debe realizarse siguiendo los intervalos de tiempo adecuados. Ten en cuenta que tomar drogas puede cambiar tu percepción del tiempo.

Emociones demasiado intensas

Ciertas drogas son conocidas por hacer que el usuario sea más empático, mientras que otras son conocidas por hacer que el usuario sea menos empático.

• Si tú, como activo y dominante, sabes que tomar ciertas drogas te hace menos empático, acláralo con la persona sumisa antes de comenzar a jugar. Asegúrate de que la persona sumisa conozca sus límites y sea capaz de comunicarlos.

• En caso de duda, detente. Incluso los participantes más sobrios tienen límites. Uno de ellos puede ser no querer jugar con alguien que parece demasiado drogado. Detenerse en ese momento no significa parar para siempre: normaliza hacer pausas.
Salud mental – cuidaos mutuamente
Muchos participantes de chemsex combinan sexo y drogas porque buscan experiencias más intensas y porque quieren explorar sus límites. La capacidad de las diferentes drogas para intensificar las emociones y experiencias positivas, como el placer y la alegría, también puede intensificar las emociones negativas, como el miedo, la ansiedad y el pánico. Las drogas también pueden contribuir a que tu cerebro entre en sobrecarga produciendo pensamientos negativos y catastrofistas.

Esto es igual de cierto para la persona dominante como para la sumisa. La dominante puede temer haber ido demasiado lejos.

Foto: Einar Hyndøy
• Por eso repetimos el consejo de hacer revisiones regulares. La persona sumisa también debe comprobar cómo está su pareja dominante. Esto puede aclarar inseguridades durante el proceso.

• Si el miedo y la ansiedad se vuelven intensos, ¡hablémoslo! Tanto durante la sesión como durante los descansos o después de haber terminado el chemsex.
Los días posteriores al consumo de drogas es normal experimentar procesos de pensamiento negativos, ansiedad y paranoia. Esto se debe a una reacción química en tu cerebro: al tomar drogas, el cerebro libera una gran cantidad de neurotransmisores, lo que produce el efecto de intoxicación o “subidón”. Después de esta liberación, el cerebro necesita tiempo para normalizar su producción de neurotransmisores. Durante este periodo es común sentirse deprimido y volverse demasiado autocrítico. Si tienes dudas sobre lo que ocurrió durante el chemsex, esto puede ser mentalmente desafiante.

• Habla con tus parejas sexuales después de las sesiones de chemsex. Sobre las experiencias buenas y las no tan buenas. Esto te ayuda a cuestionar constructivamente tus pensamientos negativos, ansiedades y paranoia.
¿Sobredosis? Si estás en Noruega, llama al 113.

En caso de sobredosis, sobrecalentamiento, psicosis inducida por drogas u otras situaciones que no sean normales, llama al 113.
En Noruega, la policía NO aparece automáticamente con la ambulancia, y el personal sanitario está ahí para ayudar. El personal de la ambulancia está sujeto al secreto profesional.
Este artículo ha sido redactado por enfermeros, educadores sociales y participantes de chemsex en Chemfriendly Norway.

Si necesitas hablar con alguien sobre drogas y sexo, puedes contactar con Chemfriendly a través de nuestra página en Facebook, Instagram o mediante nuestro perfil en Gaysir.no.
Publisert 27.10.25